En China (como no), han extraido hace un par de días 10 metros de tubo de plástico del intestino de un señor de 56 años, y de apellido Cao (nunca mejor puesto).
El señor Cao, de la ciudad de Yaxuan, decidió ponerse a dieta de tubitos de plástico, tras morir sus padres, y estar sin empleo. A partir de ese momento, cada vez que el hombre tenía "gazuza", se comía tubitos de 30 centímetros de largo. Todo iba bien, hasta que un buen día, en plena "merienda", se empezó a sentir mal, y tuvo que acudir a un hospital, afectado de fuertes dolores de estómago.
Los médicos no podían dar crédito al caso; nunca habían tenido que intervenir a un paciente de semejante dolencia.
Tras más de 3 horas de intervención, le lograron sacar 10 metros de tubos, que según cuenta el paciente, ingería a pequeños bocados. Una vez terminada la intervenció, y el señor Cao, salió de peligro, aseguró que jamás volvería a comer tubitos de plástico.
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